#AtencionAlPublico #15
Un día como cualquier otro...
Cliente 1
-Yo:Hola, buen día.
-Caballero: hacelo rapidito que estoy apurado, entro tarde al trabajo.
- Yo (luego de colocar el perno): ya está.
-Cabalero: ¿tan rápido? (Mira el reloj desconfiado, lo sacude por doquier. Tira el dinero en el mostrador).
Cliente 2
-Yo: Hola, bue...
-Dama: no ta tu mamá? La señora, busco a la señora.
-Yo: ella no esta, ¿en qué la puedo ayudar? Si es para cambio de pila o arreglo de joyería, lo hago yo.
-Dama(me mira con desconfianza, mira sus pertenencias) bueno, necesito pila en estos 4 relojes ya. A mi siempre me atiendo tu mamá.
-Yo(luego del cambio de pila): sería 100, 50 cada uno.
-Dama (totalmente indignada):pero tú mamá me hace descuento, yo soy Fresia, clienta de años.
-Yo: le anotó en el sobre de los otros 2 relojes que me deja, que usted quiero descuento en los próximos arreglos. Hasta luego (poker face).
Cliente 3
-Yo: Hola, buen día.
-Dama: Hola (sí, dijo hola). ¿Tu mamá no esta? No sé si vos me podrás ayudar.
-Yo: digame qué necesita y le digo si lo puedo hacer.
-Dama: no sé que le pasó al relo, se paró.
-Yo (luego de cambiar pila): sólo era la pila.
-Dama: ¿vos sabes hacer esas cosas? Qué lindo saber hacer cosas.
Me llamó la atención que ninguno de los 3 cerrará la puerta (básicamente como el 70 por ciento de la clientela). Lo de no saludar es costumbre entre las personas de 50 para arriba. La desconfianza (quiero creer que sólo por mi juventud) de mi capacidad de saber hacer cosas, es bastante común, me acostumbre y me divierte (ponele) a esta altura.

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